El wok es mucho más que un sartén profundo; es un símbolo de eficiencia, tradición y sabor. Utilizado durante más de dos mil años en Asia, este utensilio se ha convertido en una herramienta esencial en cocinas de todo el mundo, especialmente en restaurantes de comida asiática como Keizaki.

¿Pero de dónde viene exactamente el wok? Su historia se remonta a las raíces mismas de la cocina china.

El término wok (鑊) proviene del cantonés y simplemente significa “recipiente de cocción”. Aunque la palabra se ha globalizado, el utensilio se remonta a la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), donde ya existían versiones primitivas fabricadas en cerámica y, más tarde, en hierro fundido.

Inicialmente, el wok era utilizado para tostar granos y secar alimentos, pero con el tiempo su diseño se perfeccionó para adaptarse a distintos métodos de cocción: salteado, hervido, frito, al vapor e incluso ahumado.

El wok tiene una característica forma cóncava que lo distingue de cualquier sartén tradicional. Esta forma no solo permite una distribución uniforme del calor, sino que también facilita mover los ingredientes rápidamente, usando menos aceite y conservando el sabor natural de los alimentos.

En las cocinas tradicionales de China, se usaba sobre un fuego directo, lo que potenciaba técnicas como el wok hei (el “aliento del wok”), que aporta un sabor ahumado muy valorado en la cocina cantonesa.

Con el paso del tiempo, el wok se extendió desde China hacia otros países de Asia: Vietnam, Tailandia, Corea, Japón, Malasia y más. Cada región lo adaptó a su cultura culinaria, utilizando ingredientes y técnicas locales. En Tailandia, por ejemplo, es fundamental para preparar platos como el pad thai, mientras que en Japón se usa en salteados al estilo yaki.

Durante el siglo XX, gracias a la diáspora china y el crecimiento global de la comida asiática, el wok cruzó continentes y se popularizó en Occidente. Hoy, se encuentran versiones modernas con base plana para estufas eléctricas, recubrimientos antiadherentes y mangos ergonómicos.

En la actualidad, el wok es apreciado no solo en restaurantes especializados sino también en hogares modernos por su versatilidad. Con un solo utensilio se pueden hacer desde salteados rápidos (stir-fry) hasta platos fritos, sopas, fideos o incluso paellas asiáticas.

Además, su diseño permite cocinar de forma más saludable: se requiere menos aceite, los ingredientes se cocinan por poco tiempo, y se conservan más nutrientes, textura y color.

En Keizaki, por ejemplo, usamos el wok para preparar nuestros platos meshi (arroz salteado), woks de vegetales, pollo o salmón y Pad Thai.


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